Previously on Shouganai
Luego de pasar todo el viaje en barco y bus despierto, finalmente llegué a la Terminal Tres Cruces de Montevideo. Yo tenía planeado ir caminando hasta el hostel, pero no conté con que a las 6 y pico de la matina todavía era de noche, llovía, había una ventolina que te volaba el flequillo, y yo llevaba unos cuantos días sin dormir. Así que opté por cambiar unos pesos, me tomé un taxi y en 10minutos estaba en la puerta del hostel, el cual no reconocí por que estaba CERRADO.
Llamé varias veces, hasta que al fin apareció Norman Bates, quien me pidió disculpas por la tardanza y me explicó que cerraban por razones de seguridad. Me recordó a mi madre, cuando dejaba puesto el pasador de la puerta y yo tenia que estar tocando timbre en mi propia casa, era su manera de controlar a que hora de la madrugada (o de la mañana) yo me “dignaba” a volver.
De todos modos, desde el momento en que me paré frente a esa puerta mis alarmas se activaron, el lugar lucía muy poco confiable, todo me resultaba sospechoso, inclusive el gato, que se paseaba sigiloso a mi alrededor y no dejaba de mirarme, este seguro estaba tramando algo.
Ya en la habitación, dejé la mochila en el piso y me tiré sobre la cama, con ropa y todo. Cerré los ojos, y traté de pensar en que este lugar no era como en las películas de terror.
Justo cuando empezaba a relajarme, la puerta se abrió de golpe haciendo un chirrido.
Norman Bates: ¡Ah! Disculpame, te traigo las sabanas. ¿Te ayudo a armar la cama?
Citizen X: ¿Qué? ¡No! Yo puedo solo, GRACIAS. Mein Gott!
Una vez más volví a cerrar a los ojos. En eso, escuché un ruido, como un golpe, agudicé el oído y escuché de nuevo un golpe, luego otro… y otro… era como algo que rebotaba y lo sentía cada vez mas cerca mío.
Prendí la luz, miré alrededor y nada, solo un montón de camas marineras y alguien durmiendo en la otra punta de la habitación, quiero pensar que estaba durmiendo, aunque no hacia ningún ruido. Apagué la luz.
¡BUM! ¡El ruido lo sentí justo en la cama arriba de la mía! Salté de la cama, prendí la luz y……….. me encontré cara a cara con el GATO. Resulta que se había escabullido en la habitación y se había puesto a jugar saltando de cama en cama. ¡Yo sabia que algo estaba planeando!
Luego de pasar todo el viaje en barco y bus despierto, finalmente llegué a la Terminal Tres Cruces de Montevideo. Yo tenía planeado ir caminando hasta el hostel, pero no conté con que a las 6 y pico de la matina todavía era de noche, llovía, había una ventolina que te volaba el flequillo, y yo llevaba unos cuantos días sin dormir. Así que opté por cambiar unos pesos, me tomé un taxi y en 10minutos estaba en la puerta del hostel, el cual no reconocí por que estaba CERRADO.
Llamé varias veces, hasta que al fin apareció Norman Bates, quien me pidió disculpas por la tardanza y me explicó que cerraban por razones de seguridad. Me recordó a mi madre, cuando dejaba puesto el pasador de la puerta y yo tenia que estar tocando timbre en mi propia casa, era su manera de controlar a que hora de la madrugada (o de la mañana) yo me “dignaba” a volver.
De todos modos, desde el momento en que me paré frente a esa puerta mis alarmas se activaron, el lugar lucía muy poco confiable, todo me resultaba sospechoso, inclusive el gato, que se paseaba sigiloso a mi alrededor y no dejaba de mirarme, este seguro estaba tramando algo.
Ya en la habitación, dejé la mochila en el piso y me tiré sobre la cama, con ropa y todo. Cerré los ojos, y traté de pensar en que este lugar no era como en las películas de terror.
Justo cuando empezaba a relajarme, la puerta se abrió de golpe haciendo un chirrido.
Norman Bates: ¡Ah! Disculpame, te traigo las sabanas. ¿Te ayudo a armar la cama?
Citizen X: ¿Qué? ¡No! Yo puedo solo, GRACIAS. Mein Gott!
Una vez más volví a cerrar a los ojos. En eso, escuché un ruido, como un golpe, agudicé el oído y escuché de nuevo un golpe, luego otro… y otro… era como algo que rebotaba y lo sentía cada vez mas cerca mío. Prendí la luz, miré alrededor y nada, solo un montón de camas marineras y alguien durmiendo en la otra punta de la habitación, quiero pensar que estaba durmiendo, aunque no hacia ningún ruido. Apagué la luz.
¡BUM! ¡El ruido lo sentí justo en la cama arriba de la mía! Salté de la cama, prendí la luz y……….. me encontré cara a cara con el GATO. Resulta que se había escabullido en la habitación y se había puesto a jugar saltando de cama en cama. ¡Yo sabia que algo estaba planeando!
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