Correo Interno

En este post N/N me pregunta: 
¿Y? ¿Sobreviviste a las CuasCuas?

En un principio iba a responder en los comments, pero me di cuenta de que iba a necesitar “más espacio”.

Al final el Jefe se retiró alrededor de las 12:30pm, y puteamos porque pensamos: “Este hijo de pu[piiiiiii] seguro que vuelve cerca de las 3 para tenernos en suspenso y que no nos vayamos”. 

Pero lo cierto es que Smithers nos buchoneó que el jefecito NO VOLVIA, así que a la 1pm nos fuimos a la mierda, mas específicamente a la de la gran M amarilla. Y es que algunos empezaron a insistir con aprovechar para ir a comer juntos y la verdad que por acá no hay muchas opciones a la gran M, y encima me amenazaron con: “Nunca venis a las fiestas de fin de año, y ahora tampoco queres venir almorzar con nosotros? ¿Qué pasa, no nos queres?”. La verdad que no, me hinchan las pelotas todo el tiempo, pero lo pensé mejor (y ya que ningún gerente iba a estar presente) acepté la invitación, por el bien de mis relaciones laborales.

No recuerdo cuando fue la última vez que pisé un mcD, pero esta vez fue tortuoso por dos motivos:

1-Hay demasiado ruido, entre los mocosos gritando, los padres gritándole a los mocosos, el resto de la gente gritando porque no se escuchan por el griterío de los anteriores, más el olor de la comida mezclado con el desinfectante de los baños, aaaaaagggghhhhhhjjjjjj…
2-Me he vuelto un ser poco carnívoro. 

Y aquí quería llegar, esto no es efecto post-Morrisey y sus ideas veganas, durante el último año he dejado de comer carne. La razón, lamento decir que fue por cuestiones de paladar y no por concientización por el maltrato de animales.


Es así, me dejó de gustar la carne (vaca, cerdo, chivo, humano, comadreja, etc), ya sean churrascos, asado, estofado, empanadas… simplemente no me atrae el sabor, la textura ó el olor.
Según el plato puedo aceptar el pollo, como por ejemplo una suprema con mucho tomate y queso arriba. Cuando se trata de pollo al horno, uuuhh me encanta el olorcito, pero después termino comiendo las papas que lo acompañan y no así el pollo. Con el pescado por ahora no tengo problemas, pero tampoco lo consumo seguido, y en general nunca me gustaron los frutos de mar.

Si a esto le sumo que no me gusta cocinar, el ritmo de vida agitado, y que por dejar de lado todo un grupo de alimentos, no necesariamente lo compenso consumiendo sanamente otros, básicamente mi dieta es una mierda.
Voy a ser honesto, tome conciencia de esto hace muy poco y a raíz de una charla con un amigo, quien también estaba teniendo “síntomas” muy similares a los míos.

Por lo tanto tendré que sumar a mi lista de “ir al dentista, ir al oculista, ir al traumadoktor...” el “ir al nutricionista” o algún médico de esos, por que me fui a pesar y efectivamente estoy perdiendo peso. Así que tampoco es raro que a cada rato me pesque una gripe, anginas, y demás bichosidades que andan sueltas por ahí.
Si mi gato estornuda, salgo corriendo y tengo que contener las ganas de rociarle la cara a el y a mi con Lisoform, y ni hablar el ataque que me agarró la vez que se le infectó una lastimadura y lo tuve que limpiar y… ay Jebus... no puedo… tengo que prepararme mentalmente para revivir ese momento, la próxima se los cuento.

¡Ah! Si se preguntan que pedí en el mcD: papas y unos mcNuggets que obviamente no terminé.

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